Ante una CGT que observa y saca comunicados, los gremios aeronáuticos consiguieron el respaldo del resto de los sindicatos del transporte que anunciaron la creación de una «mesa nacional» que se declaró en estado de alerta y movilización ante la política de ajuste que lleva adelante el Gobierno en todo el sector y la extorsión planteada para el caso concreto de Aerolíneas Argentinas. «La semana que viene vamos a decidir un plan de lucha que seguramente arrancará con un paro de actividades», adelantó Omar Maturano, secretario general de La Fraternidad, en diálogo con El Destape Radio. Los gremios transportistas reaccionaron así a las amenazas del vocero presidencial Manuel Adorni que habló de «piquetes gremiales extorsivos».
La Casa Rosada encontró en los gremios aeronáuticos -en especial en la figura de Pablo Biró, de APLA- un enemigo ideal con quien confrontar en momentos que el humor social comienza a caldearse. Demonizados por los medios de comunicación hegemónicos -que permanentemente califican como «salvajes» las medidas de fuerza gremiales- y objeto de malhumor de sectores de clase media molestos porque tienen inconvenientes para viajar, los funcionarios salieron a apuntar todos sus cañones contra los gremios. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, denunció a Biró por supuesta incitación a la violencia y este jueves el Gobierno desplegó toda una gestualidad contra