Una profesional de la Oficina de Protección a las Víctimas de Violencia Familiar y la Mujer se refirió a la valoración del riesgo en situaciones de violencia
El XXVI Congreso Nacional de Psicodiagnóstico y la XXXIII Jornadas Nacionales, organizadas por la Asociación Argentina de Estudios e Investigación en Psicodiagnóstico (ADEIP), fue el ámbito en que se brindó un informe de la labor desplegada por la Oficina de Protección a las Víctimas de Violencia Familiar y de la Mujer (OVFyM) del Poder Judicial provincial.
En ese marco, la Lic. Roxana Del Castillo, psicóloga que integra el equipo de profesionales de la OVFyM, expuso en el Salón Auditorio de la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE).
El encuentro se formuló bajo el lema «Avances en la evaluación psicológica. Experiencia clínica, nuevas tecnologías e investigación sistemática», que estuvo destinado a estudiantes y profesionales de la carrera de Psicología.
En esta oportunidad, la Lic. Del Castillo se explayó sobre la temática «Valoración de riesgos en situaciones de violencia contra la pareja en casos denunciados en la OVFyM del Poder Judicial de Santiago del Estero», explicando que esta temática engloba la tarea que diariamente lleva adelante dicho organismo.
Al respecto, la profesional explicó que las personas acuden a la repartición en busca de ayuda, cuando sus recursos personales, emocionales o situacionales, no son suficientes para contener los episodios de agresión. En ese contexto, acuden a la Justicia en busca de medidas de protección.
Al detallar el modo de actuación, la conferencista relató que «una vez que ingresa una solicitante, tomamos su relato y lo evaluamos. No sólo con la intención de conocer la situación de violencia puntual que la llevó a pedir ayuda, sino también los antecedentes de estos episodios, para poder evaluar los factores de riesgo y protección y posibles medidas de protección, que se solicitarán al juez que tome intervención en el caso».
Por medio del proceso evaluativo, el equipo interdisciplinario de la OVFyM recurre a instrumentos cualitativos y cuantitativos. Los primeros permiten arribar a un diagnóstico de la situación que enfrenta la persona maltratada, mientras que los segundos, a través de información que está tabulada en registros que son empíricamente sustentados, permiten comprobar el nivel de riesgo (altísimo, alto, medio, moderado, bajo o sin riesgo), en la que se encuentra la solicitante.
Por medio de estas herramientas, las profesionales del organismo pueden valorar el riesgo en función de la peligrosidad del agresor/a y de la vulnerabilidad de la víctima y solicitar las medidas judiciales pertinentes, que aseguren el resguardo y protección de su integridad.