La actividad se concretó en modalidad híbrida: presencial en el SUM del Poder Judicial y a través de plataforma virtual
El Salón de Usos Múltiples del Palacio de Tribunales fue el ámbito donde se desarrolló la clase especial “Enfoque diferenciado sobre infancias y adolescencia: Abordajes sociales y jurídicos», actividad que se enmarca en el Curso on line profundizado en Justicia Restaurativa y Justicia Penal Juvenil, coorganizado por la Fundación Atenea y el Centro Único de Capacitación del Poder Judicial.
En ese marco, disertaron el Dr. Eduardo Llugdar, vicepresidente primero del Superior Tribunal de Justicia; el Dr. José Herrero Medina, defensor oficial y el sacerdote católico, José «Pepe» Di Paola.
En primer término, el Dr. Llugdar hizo entrega al padre Di Paola de bibliografía de su autoría, entre otros presentes. Luego de la apertura formal de la actividad, que también fue seguida en forma virtual por cientos de personas, el magistrado aseguró que “los problemas humanos no se resuelven desde la judicialidad. Lo primero a tener en cuenta es que debemos pensar en dignidad humana, que hasta mediados del Siglo XX, era considerada como cuestiones de filósofos o teólogos pero no se la concebía como un bien jurídico protegido».
Al avanzar en ese concepto, dijo que «los juristas de Nüremberg nos revelaron que esa concepción hacía imperiosa que sea incorporada justamente como una protección jurídica, es decir, no era la ley un fin en sí mismo, sino que la ley además se podía con reglas que se consideraban ley, violar el derecho».
«Esa fue la enseñanza que nos legó el Tribunal de Nüremberg y que la Comunidad Internacional entendió que esa dignidad humana tenía que ser una cuestión de protección como un fin en sí mismo».
En tanto, aseveró que «cuando hablamos de vulnerabilidades, quizás la más expuesta, sin desmerecer otros colectivos, sea las de niños, niñas y adolescentes. Pero a la hora de aplicar efectivamente el Derecho, nos olvidamos de las contingencias diarias y esto pasa, debo entender, a causas que se pueden generar que los menores de dieciocho años, entendimos como concepto de niño, según la Convención Internacional de los Derechos del Niño, entren en conflicto con la ley».
Asimismo, el presidente honorario de la Red Latinoamericana de Estudio e Investigación de Derechos Humanos y Humanitario, consideró que «tenemos que conocer las carencias del colectivo de NNyA, porque un niño o niña puede ser vulnerable por su edad, pero a su vez si es niña tiene otro factor de vulnerabilidad por ser mujer y si decimos que a la mujer se la discrimina por ser mujer, con más razón si es una niña. Y si esa niña tiene una discapacidad, hay otro factor de vulnerabilidad y si es pobre o indigente es otra vulnerabilidad y hacemos podemos ir incorporando que dentro del colectivo pasan todas las vulnerabilidades reconocidas por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos».
Para concluir, remarcó que «hay que tener mucho cuidado, porque si a los niños los tratamos como medios dentro del submundo de los fines para satisfacer cuestiones de coyuntura política. No es que deban ser trabajados los que no son imputables con métodos de protección y los que son imputables con medidas que podemos llamarlas sanciones, pero hay que hacerles comprender la criminalidad, pero si hablamos de proyectos de vida, imponiendo penas de veinte años es signarlos a arruinarles el proyecto de vida y sobre todo si no tiene un trabajo interdisciplinario mediante métodos de Justicia Restaurativa y no Retributiva».
Otras voces
Seguidamente, tomó la palabra el sacerdote Di Paola, quien expresó: «Algo que nos hace reflexionar a los curas de los barrios populares, es que los desafíos han cambiado, porque en este tiempo aprendimos que la niñez y la juventud están en un riesgo por un abandono muy grande de parte de la sociedad, en general, de lo que significa educar y transmitir los valores a esos niños y jóvenes».
En esa línea de pensamiento, sostuvo que «por eso nuestro trabajo terminó siendo un trabajo de prevención y recuperación. Lo que queda claro es que los niños que nacen en barrios populares no tienen las mismas posibilidades que los niños que nacen en otros lugares y que a la larga va generando una desigualdad mayor. Por lo tanto, nuestra tarea fundamental en este tiempo fue fortalecer aquellos espacios donde el niño pueda desarrollar las capacidades que Dios le regaló, a través de lo que llamamos «las tres C»: capilla, club y colegio».
Cabe destacar que el religioso es fundador del Hogar de Cristo, quien en 2018 recibió el premio Konex, por trabajo social y evangelizador en distintos sectores más vulnerables de la Argentina.
En tanto, el Dr. Herrero Medina abordó la crítica al proyecto de ley de reforma del Régimen Penal Juvenil, que fue remitido por el Poder Ejecutivo Nacional para su tratamiento.
En ese sentido, expresó que «tenemos que preguntarnos si es necesario la modificación o con la visión con la que se presente modificar y bajar la edad de imputabilidad, desde el análisis que podemos hacer de toda la ley, termina siendo lo menos grave de todo lo que tiene el proyecto de ley y que desde su fundamentación parte de errores, que entendemos, son intencionales a los efectos de poder justificar esta demagogia punitiva».
Finalizadas las presentaciones, los expositores dieron lugar para que los presentes formularan preguntas y brindaran sus opiniones.
La actividad fue declarada de interés institucional en el ámbito del Poder Judicial por la Sala de Superintendencia del Superior Tribunal de Justicia y por el defensor general, Dr. Enrique Billaud. Asimismo, fue declarada de interés institucional por el Ministerio Público de la Defensa y de Interés Legislativo, Social y Educativo por la Legislatura Provincial, declaración firmada por la presidente provisional de la Cámara de Diputados de la Provincia, Sra. Norma Abdala.