Lijo va al Senado, cambian a un senador en la Comisión, pero hay dudas sobre los votos

Desde su sorpresiva nominación por parte de Javier Milei, las posibilidades del juez federal Ariel Lijo de llegar a la Corte Suprema nunca quedaron muy claras. El propio juez le aseguró a algunos allegados que ya contaba con los votos necesarios, pero públicamente son más los senadores que se expresaron en contra que a su favor, incluyendo entre los rechazos a la vicepresidenta Victoria Villarruel. Otro de los senadores que supuestamente votaría en su contra, el radical fueguino Pablo Blanco, fue reemplazado anoche por su jefe de bancada, el chubutense Eduardo Vischi, en una señal de desesperación. Las dudas comenzarán a despejarse desde este miércoles a las 10, cuando Lijo se presente en la comisión de Acuerdos del Senado que preside la larretista Guadalupe Tagliaferri y responda a las preguntas de los legisladores y a los 34 rechazos que presentaron contra él.

Con esta dispersión de la oposición dialoguista y, llamativamente, del propio oficialismo, pasa a ser decisivo lo que haga la bancada mayoritaria de Unión por la Patria, tanto para el dictamen en comisión como para la votación en el recinto. El pliego debe tener mayoría en comisión -9 votos sobre 17 integrantes- y una mayoría agravada de dos tercios de los presentes en la Cámara. Si estuvieran los 72 senadores sentados en sus bancas –y la votación de un juez de la Corte Suprema lo amerita-, serían necesarios 48 votos. Hasta este martes, los integrantes del bloque de UP se mantuvieron en estricto silencio público respecto a su postura argumentando que todavía no lo habían discutido internamente. 

 

 

Pero, en la víspera de la presentación de Lijo, el jefe del interbloque de la principal bancada opositora, José Mayans, adelantó que su posición sería que los votos para el dictamen en comisión los debía conseguir el oficialismo. «Que las firmas las ponga el Poder Ejecutivo porque a nosotros no nos habló nadie», advirtió, en una declaración a La Nación. Como habían imaginado en algún momento de este proceso en Unión por la Patria, Mayans habló de la necesidad de un «amplio acuerdo político» por el cual podrían votar el pliego de Lijo, pero dentro de un marco que incluyera los nombramientos de otras vacantes en el Poder Judicial. “A nosotros no nos habló nadie y, en principio, no tenemos ninguna obligación. El que tiene la obligación de juntar las firmas es el Ejecutivo. Para mí, el tema de la Corte requiere de un acuerdo político”, remarcó.

 

 

Luego de esta declaración de Mayans sucedió algo que roza lo escandaloso. El oficialismo cambió a un senador radical rebelde por otro, el jefe de bloque Vischi, que ya votó sin objeciones junto al oficialismo en la ley Bases y ahora avalaría a Lijo. Si todo esto se confirma, el cuestionado juez podría conseguir dictamen. Con todo, las versiones indicaban que lo más probable era que la votación se dejara para más adelante. Dependerá de que tan seguro sienta el Ejecutivo que tiene los votos. Es una semana complicada para el oficialismo en el Congreso -este martes ya perdió con la designación de Martín Lousteau al frente de la Bicameral de Inteligencia- y no le conviene arriesgarse a nuevas derrotas. 

Las últimas horas resultaron muy tumultuosas para el Gobierno, que expuso sus internas como nunca. El senador de La Libertad Avanza, Francisco Paoltroni, salió por los medios calificando a Lijo como «el juez más cuestionado de la historia», lo que le valió una andanada de insultos en las redes de parte de los trolls libertarios. El senador formoseño, hoy cercano a Villarruel, le apuntó directamente al asesor Santiago Caputo por la promoción de Lijo y dijo que tendría que renunciar. La vicepresidenta, invitada a un almuerzo en el Colegio Público de Abogados porteño, confirmó su rechazo al juez. “No creo que haya sido la mejor elección y simplemente ha sido una candidatura controversial», planteó, marcando una nueva diferencia con Milei.

 

 

A estas disidencias en el propio oficialismo se le suman otras de la oposición dialoguista que suelen acompañar todas las propuestas del Ejecutivo. Por ejemplo, el senador cordobés Luis Juez -que preside la bancada Frente PRO- o la radical Carolina Losada ya anticiparon su rechazo a Lijo. Incluso, el ex presidente Mauricio Macri le tiene antipatía a Lijo porque mantiene abierta desde hace años la causa Correo. «Es un error», dijo sobre su postulación y aclaró que se lo había dicho al propio Milei cuando se encontraron hace unos días..

En este panorama, se vuelve decisivo lo que resuelva Unión por la Patria, que tendrá la llave de la designación. Aclarado que no facilitarán el dictamen en la sesión de este miércoles en comisión, todavía resta saber cómo se comportará en el recinto. Una versión aseguraba que las senadoras del bloque, con Juliana Di Tullio a la cabeza, querían que la vacante la ocupara una mujer, por lo que serían excusadas de ir a votar a Lijo a la sesión. Que, en caso de resolverlo así, lo harían sólo los senadores varones quienes levantarían la manos, una propuesta realmente extraña. 

En su opaca trayectoria como juez, Lijo se agenció muchos contactos en el mundo de la política. Pero no queda claro porqué podría votarlo el peronismo, nadie hasta ahora lo explicó. «Dijeron que yo estaba operando para la impunidad de Cristina Kirchner. No lo conozco a Lijo, nunca hablé con él, no sé quién es. Lo voy a conocer mañana en la audiencia pública. Es una propuesta del Presidente y a mí, siendo presidente del bloque, nunca nadie me habló nada. Creo que la Corte es un tema serio porque vienen conflictos muy graves y es una decisión política que hay que tomar. Por eso queremos ir a escuchar qué es lo que tiene para decir», cerró Mayans anoche en C5N.

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